Cómo responder a la pregunta: ¿Qué no te gustó de tu último empleo?

Enfrentar la pregunta “¿Qué no te gustó de tu último empleo?” durante una entrevista de trabajo puede ser un momento crucial que defina la percepción que tendrá el reclutador sobre ti. Aunque esta interrogante sea aparentemente negativa, responde con inteligencia y estrategia puede convertirse en una oportunidad para destacar tu autoconocimiento, madurez profesional y habilidades para la resolución de conflictos.
En este artículo, te ayudaremos a desbloquear una respuesta efectiva, equilibrando sinceridad y profesionalismo, para que puedas dejar una impresión positiva que te acerque al puesto que deseas.
1. Prepárate con anticipación para responder preguntas difíciles
Una de las claves para manejar esta pregunta con éxito es no dejarla para el momento de la entrevista. Prepárate con anticipación. Reflexiona profundamente sobre tu experiencia laboral anterior y haz una lista honesta pero constructiva de aspectos que podrían haberse mejorado. Pregúntate:
- ¿Qué elementos del trabajo limitaron mi crecimiento profesional?
- ¿Hubo procesos o dinámicas que dificultaron mi desempeño?
- ¿Cómo podría haberse mejorado la comunicación o la gestión en mi anterior empleo?
Esta introspección te permitirá organizar una respuesta clara, evitando respuestas improvisadas que podrían ser contraproducentes. Recuerda que el objetivo es mostrar crecimiento y actitud positiva ante los retos.
2. Sé honesto, pero siempre diplomático
Aunque hayas tenido experiencias difíciles en tu último empleo, evita hablar mal de tu exjefe, compañeros o la empresa. Criticar directamente puede dar una imagen negativa de ti como profesional y generar desconfianza en el reclutador.
En lugar de eso, opta por comentar situaciones específicas que te resultaron desafiantes y cómo esas experiencias te motivaron a buscar condiciones más adecuadas para tu desarrollo profesional. Por ejemplo:
“En mi anterior trabajo, enfrenté algunos retos con la organización de tareas que me limitaban un poco el avance. Sin embargo, esto me ayudó a valorar la importancia de una mejor planificación para lograr mejores resultados.”
Este enfoque muestra autocrítica constructiva y capacidad para aprender.
3. Enfócate en las tareas y procesos, no en las personas
Una trampa común es que, ante esta pregunta, los candidatos se quejan de compañeros difíciles o jefes con poca experiencia. Esto suele generar alertas en el entrevistador sobre la capacidad de trabajo en equipo y manejo de conflictos.
En vez de centrarte en personas, habla sobre las tareas o aspectos del trabajo que crees que podrían haberse mejorado. Por ejemplo, si te tocaba realizar tareas que consumían demasiado tiempo y te impedían avanzar en otras responsabilidades:
“Una de las dificultades que encontré fue la alta carga administrativa que demandaba gran parte de mi tiempo, lo cual hizo que tuviera menos oportunidad para enfocarme en tareas estratégicas que me interesaban más y que aportaban al negocio.”
Este tipo de respuesta amplía el foco hacia la mejora de procesos, demostrando visión crítica y compromiso.
4. Evita mencionar aspectos negativos que se repitan en el nuevo puesto
Es importante evaluar si las funciones del nuevo empleo coinciden con las condiciones que en tu anterior puesto generaron insatisfacción. Por ejemplo, si no disfrutabas de viajar, pero el nuevo trabajo también requiere desplazamientos frecuentes, no conviene destacar ese punto como una queja porque pone en duda tu motivación para el cargo.
Si hay aspectos que sabes que no quieres repetir, mejor reflexiona si el nuevo trabajo es el indicado para ti. La honestidad contigo mismo evitará futuras dificultades y asegurará que consigas un empleo alineado a tus expectativas.
5. Convierte tu crítica en algo positivo para tu crecimiento
Una manera poderosa de contestar esta pregunta es mostrar cómo los aspectos que no te gustaron en un empleo anterior te ayudaron a definir qué tipo de ambiente y funciones buscas ahora y cómo contribuyen a tu desarrollo profesional.
Por ejemplo, puedes decir:
“Pese a los aspectos desafiantes que encontré en mi último trabajo, me ayudaron a identificar que disfruto más de los roles que involucran trabajo en equipo y proyectos dinámicos. Por eso, estoy muy interesado en esta posición, que tiene un enfoque colaborativo y retos constantes.”
Este tipo de respuestas proyectan madurez y proactividad, además de un enfoque claro sobre tus objetivos profesionales.
6. Demuestra que aprendes del pasado para tu éxito futuro
Responder efectivamente a esta pregunta también es una oportunidad para evidenciar tu capacidad de autoanálisis y aprendizaje continuo. Al explicar qué aspectos mejoraría y por qué buscas un ambiente distinto, proyectas que tus experiencias previas fortalecen tu perfil profesional y te preparan para desafíos futuros.
Esto genera confianza en el reclutador, porque evidencia que eres un candidato que no sólo reconoce sus áreas de oportunidad, sino que aprovecha esas experiencias para crecer.
Conclusión
La pregunta “¿Qué no te gustó de tu último empleo?” puede parecer incómoda, pero una respuesta bien elaborada y positiva puede abrirte puertas y generar una impresión favorable.
Prepárate con tiempo, sé honesto y diplomático, evita quejarte de personas, enfócate en procesos y tareas, y sobre todo, convierte tus críticas en oportunidades de mejora y crecimiento.
Así, demostrarás que eres un profesional reflexivo, capaz de aprender de sus experiencias y listo para aportar valor en un nuevo ambiente laboral. ¡Prepárate y conviértete en el candidato que cualquier empresa desea contratar!